El último sábado de julio volvimos a compartir nuestro tiempo y forjar nuevas amistades, esta vez en torno a la aviación, con una actividad gratuita organizada por Miguel A. Fernández Estévez, subdirector de la escuela de pilotos AFN (AEROFLOTA DEL NOROESTE).
Por la mañana, en el MUNCYT (Museo Nacional de Ciencia y Tecnología) nos prepararon una visita guiada de lo más interesante y divertida mediante 2 juegos por equipos.
En mitad de la visita, nos detuvimos en la sala de Iberia, donde se encuentran expuestos la parte delantera y el tren de aterrizaje de un Boeing 747, una sección de ala, el radar y una de las cuatro turbinas de las que disponía. Allí Miguel resolvió nuestras dudas sobre aviones y nos explicó la función de los distintos instrumentos del panel de control del piloto.
Al mediodía regresamos al local de Crecer Creando para comer y disfrutar de algunos de los juegos de mesa matemáticos de nuestra marca: Clonación, El laberinto del Minotauro y Carrera de cálculo.
Después de recoger y reciclar entre todos, compartimos 30 minutos al aire libre con Nemo, el perro de Crecer Creando, y Max y Kira, su manada, todos perros rescatados. Nemo estaba muy feliz por volver a ver a los niños y niñas. Aprovechamos para hablar sobre el respeto a todos los seres vivos.
De vuelta en Crecer Creando, dio comienzo la clase teórica. Miguel nos enseñó las diferentes formas de volar con y sin motor antes de centrarnos en la forma de vuelo más usada por el ser humano, el avión.
Después de la clase sobre fluidos y sólidos, leyes de física aplicadas al vuelo y momentos de fuerzas, nos mostró las partes móviles con las que el piloto controla el avión, las superficies aerodinámicas y los ejes.
Merendamos y llegó el momento más esperado: usar el simulador de vuelo. Ahora que comprendíamos las fuerzas que movían el avión y sabíamos hacer los cálculos, era hora de elevar el vuelo aplicando lo que habíamos aprendido sobre sustentación, peso, empuje y resistencia.
Después de alguna caída en picado, nuestros jóvenes pilotos ya habían adquiridos las habilidades básicas para mantener los parámetros y controlar el vuelo.
Y para terminar, todos llevaron a casa un pequeño recuerdo, el puzzle de un Cessna impreso con nuestras impresoras 3D.
